President Donald Trump ha impuesto sanciones al Tribunal Penal Internacional (TPI), acusando al cuerpo de abusar de Israel y Estados Unidos.
El líder de EE. UU. firmó una orden ejecutiva tarde el jueves que impone restricciones financieras y de visa al personal del TPI y a cualquier persona que asista a investigaciones del TPI contra EE. UU. y sus aliados.
La orden acusa al TPI de “actos ilegítimos y sin fundamento dirigidos contra América y nuestro cercano aliado Israel”, dijo la Casa Blanca.
La medida coincidió con la visita del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a EE. UU. El TPI emitió en noviembre una orden de arresto contra Netanyahu, así como contra el exministro de Defensa israelí Yoav Gallant y un alto funcionario de Hamas, acusándolos de crímenes de guerra en la guerra en Gaza.
La orden de Trump estableció que el tribunal con sede en La Haya “abusó de su poder” al emitir las órdenes de arresto para los israelíes.
La Casa Blanca definió a Israel como “un estado democrático cuyo ejército se adhiere estrictamente a las leyes de la guerra”.
“Las medidas tomadas por el Tribunal Penal Internacional contra Israel y Estados Unidos establecen un precedente peligroso”, continuó, acusando al TPI de “comportamiento maligno que amenaza con violar la soberanía estadounidense y socavar la seguridad nacional y la política exterior”.
Los nombres de las personas afectadas por las sanciones no fueron revelados de inmediato, pero las sanciones previas emitidas durante el primer mandato de Trump estaban dirigidas a la fiscal y su ayudante que dirigían una investigación del TPI sobre presuntos crímenes de guerra cometidos por tropas estadounidenses en Afganistán.
El TPI dijo que la orden busca “perjudicar su trabajo judicial independiente e imparcial” y se comprometió a “seguir proporcionando justicia y esperanza a millones de víctimas inocentes de atrocidades en todo el mundo”.
“Llamamos a nuestros 125 Estados Partes, a la sociedad civil y a todas las naciones del mundo a permanecer unidos por la justicia y los derechos humanos fundamentales”, agregó.
La medida también provocó expresiones de alarma en todo el mundo.
El presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, dijo que las sanciones “socavan el sistema de justicia penal internacional en su conjunto”.
Las Países Bajos, país anfitrión del TPI, dijeron que “lamentan” la orden, declarando que el trabajo del tribunal es “esencial en la lucha contra la impunidad”. Amnistía Internacional calificó la medida de “imprudente”.
Las sanciones son una muestra de apoyo tras la visita de Netanyahu a la Casa Blanca, durante la cual Trump anunció un plan para que EE. UU. “tome control” de Gaza y traslade a los palestinos a otros países de Oriente Medio.
La ONU y expertos legales han dicho que el plan sería ilegal según el derecho internacional. El desplazamiento forzoso también es un crimen según el Estatuto de Roma que rige al TPI.
El TPI, con 125 miembros, es un tribunal permanente que puede enjuiciar a individuos por crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad, genocidio y agresión contra el territorio de los Estados miembros o por sus nacionales.
EE. UU., China, Rusia e Israel no son miembros.
Israel elogió las sanciones ordenadas al “denominado ‘tribunal penal internacional'”. El ministro de Relaciones Exteriores, Gideon Saar, dijo que las acciones del TPI eran “inmorales y no tienen base legal”.