El presidente de El Salvador ha propuesto encarcelar a convictos de Estados Unidos en su país, una oferta “sin precedentes” elogiada por el secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio.
Nayib Bukele hizo la oferta mientras hospedaba a Rubio en su residencia en el lago Coatepeque, a las afueras de San Salvador, el lunes.
Bukele dijo que El Salvador está listo para encarcelar a los estadounidenses condenados a cambio de un pago en una prisión que abrió hace un año y que es la más grande de América Latina.
“Hemos ofrecido a los Estados Unidos de América la oportunidad de subcontratar parte de su sistema penitenciario”, escribió Bukele en X. “La tarifa sería relativamente baja para los Estados Unidos pero significativa para nosotros, lo que haría sostenible todo nuestro sistema penitenciario.”
Tras la reunión de tres horas, Rubio dijo a los periodistas que Bukele “acordó el acuerdo migratorio más sin precedentes y extraordinario en cualquier parte del mundo”.
“Se ha ofrecido a albergar en sus cárceles a peligrosos criminales estadounidenses bajo custodia en nuestro país, incluidos aquellos con ciudadanía estadounidense y residencia legal. Ningún país ha hecho una oferta de amistad como esta. Estamos profundamente agradecidos.”
El Departamento de Estado de Estados Unidos describe las prisiones superpobladas de El Salvador como “duros y peligrosos”. El sitio web del departamento, en la información sobre El Salvador, dice que “en muchas instalaciones, las provisiones de saneamiento, agua potable, ventilación, control de temperatura e iluminación son inadecuadas o inexistentes”.
Rubio agregó que Bukele también estaba dispuesto a aceptar de vuelta a ciudadanos salvadoreños, así como a extranjeros. Pareció sugerir que el enfoque en El Salvador sería encarcelar a miembros de pandillas latinoamericanas, como la MS-13 de El Salvador y el Tren de Aragua de Venezuela.
“Cualquier inmigrante ilegal y extranjero ilegal en los Estados Unidos que sea un criminal peligroso -MS-13, Tren de Aragua, lo que sea- él ha ofrecido sus cárceles”, dijo Rubio.
Desde su regreso a la Casa Blanca el mes pasado, Trump ha priorizado acelerar la deportación de millones de personas en Estados Unidos que no tienen estatus legal.
Trump también ha presentado planes para detener a 30,000 migrantes en la base de Estados Unidos en la Bahía de Guantánamo, Cuba, una prisión que los presidentes demócratas anteriores esperaban cerrar.
Bukele, quien ha lanzado una implacable ofensiva de seguridad en su país, es visto por la administración Trump como un aliado clave en sus esfuerzos migratorios.
Desde que llegó al poder en 2019, el gobierno de Bukele ha arrestado a más de 80,000 personas, reduciendo drásticamente el número de homicidios en lo que alguna vez fue uno de los países más violentos del mundo.
Si bien las acciones de Bukele han enfrentado críticas de grupos de derechos humanos, que han documentado torturas masivas y abusos en las abarrotadas cárceles del país, él volvió al poder el año pasado con el público agradecido por la caída en el crimen.